Una vez leí que el dolor y el sufrimiento no son lo mismo. Que el sufrimiento es resistencia, mientras que el dolor es fluir. Un fluir un tanto amargo, pero fluir al fin y al cabo.
Cuando piensas en dejarte llevar, siempre piensas en pasártelo bien y en disfrutar sin remordimientos. Pero a veces también hay que dejarse llevar hacia otros lugares menos dulces. Y dolerse sin remordimientos.
Pero si ya nos cuesta dejarnos llevar para disfrutar, imagínate para dolernos. Eso ni siquiera nos lo permitirmos.
Supongo que por eso sufrimos tanto.