Últimamente estoy obsesionada con la historia de Rebekah Harkness. Fantaseo con sentarme a cenar con ella para preguntarle sobre su fabulosa vida. Por desgracia, llego alrededor de 60 años tarde. ¡Atención a la historia de esta mujer!
¿Quién es Rebekah Harkness?
Rebekah Harkness fue una de las mujeres con más dinero de todo Estados Unidos y es una de las figuras más locas de la alta sociedad. Tuvo cuatro maridos, y en sus propias palabras, se casó con el primero «porque no tenía nada mejor que hacer». Pobre Dickson.
Rebekah y sus amigas tenían un grupito y se hacían llamar las «bitch pack». Se dedicaban a ir por los pomposos eventos de la alta sociedad fastidiándolo todo. Fastidiando los banquetes elegantes, haciendo stripteases, y echando todas las fiestas a perder. Parece que estropear ciertas cosas era divertido para Rebekah (también conocida como Betty).
Su segundo marido fue William Harkness, del cual adoptó el apellido por el que se la conoce más comúnmente. William era, junto a su hermano, el heredero de la fortuna de Standard Oil, una gran empresa petrolera. En resumen: mucho dinero. Dinero con el que, además de casarse por todo lo alto, se compraron una casa enorme. Una mansión en Rhode Island con vistas al mar que no estaba nada mal, y a la que apodaron como «Holiday House».
A Rebekah le gustaba mucho hacer fiestas increíbles en aquella casa. Se cuenta que una vez llenó la piscina entera de champagne Dom Perignon. ¿Qué te parece? ¿Cuánto dinero tienes que tener para poder llenar una piscina entera de champagne?
Otra anécdota cuenta que Rebekah le robó el gato al vecino y lo tiñó de color verde lima. Algunos dicen que era un perro. Ni siquiera se sabe si es verdad. Por lo visto era para vengarse del vecino por no-sé-qué cosa. Además, se codeaba con personajes de la época conocidos por todos, incluido nuestro Salvador Dalí. Parece ser que jugaban a juegos de mesa y otros rollitos en los que apostaban mogollón de dinero.
Muy poco catalán por su parte. (Perdón)
Pero además de saber cómo pasárselo de lujo, Rebekah también sacaba tiempo para otras cosas que le encantaban, especialmente para el baile. De hecho, fundó su propio ballet (el Harkness Ballet), así como un gran teatro en el que se presentaban varias compañías para espectáculos. Pero es que la sorpresas no terminan con esta señora, que también fue escultora, compositora, y mil cosas más. Dicen que los millonarios tienen mucho tiempo libre, y a lo mejor por eso mismo.
El caso es que todo lo que hizo Rebekah como filántropa, mecenas del arte, y a través de la fundación Harkness, quedó manchado por lo excesivo y caprichoso de sus fabulosas fiestas a lo Gatsby. Sus amigas las «bitch pack», su poca vergüenza… se decía que Rebekah estaba loca.
Por aquel entonces, William «Bill» Harkness fue diagnosticado con una cardiopatía. Se decía que la locura y la vida frenética de Rebekah habían hecho enfermar a su marido. «Si el doctor le recomienda estar tranquilo, William debería alejarse de esa mujer.» Tengo pocos datos sobre lo que pensaba nuestro William «Bill» acerca de todo esto. El pobre falleció en agosto de 1954. ¿Qué hizo Rebekah después?
Se dice que de vez en cuando se la veía caminando entre las rocas frente a la mansión de Rhode Island. Que a medianoche echaba la vista al mar, como buscando algo más allá.
Los años pasaron para Rebekah, que volvió a casarse con otros dos hombres. Dos médicos con los que el amor no duró más de cinco años, o así. Parece que no pudo encontrar el amor en ninguna parte. Quizá sólo en el ballet, o en sus amigas…
En el año 1982, falleció a causa de un cáncer, y sus cenizas fueron colocadas en una urna diseñada por Salvador Dalí, su amigo y compinche fiestero. Vaya dos cachondos. Esta urna permanece a día de hoy en el mausoleo Harkness en el cementerio Woodlawn.
¿Y qué fue de la mansión de Rhode Island? Bueno, la casa se quedó vacía. No hubo más fiestas, no más mujeres «locas», no más apuestas, no más champagne, no más hombres enfermos. Reinó en silencio durante 50 largos años a través de los pasillos y las habitaciones. Hasta que… ¡Taylor Swift la compró!
Mi rubia favorita compró esa misma mansión en Rhode Island años después, y no pudo evitar indagar sobre sus antiguos dueños. Es gracioso pensar como Taylor constantemente construye este personaje de «loca» que vive en una mansión y colecciona hombres en sus creaciones. Como habla de un cementerio de relaciones fallidas. ¿Acaso no es la protagonista de Blank Space una especie de Rebekah? ¿Una «loca» millonaria capaz de todo eso? El personaje que hemos creado de Taylor Swift en el imaginario colectivo no es más que el que los vecinos crearon de Rebekah en su momento. O algo así. –> https://www.youtube.com/watch?v=e-ORhEE9VVg
Es normal que hasta la propia Taylor se haya sorprendido con los paralelismos entre una y otra. Ella cuenta la historia de Rebekah mucho mejor que yo en «the last great american dinasty». Aquí os va una de las mejores canciones que oiréis jamás. ¡Leed con atención que no os vais a arrepentir!