Reseña de La Biblioteca de la Medianoche, de Matt Haig. Una lectura ligera sobre el sentido de la vida.
12 de diciembre de 2024
Reseña de La Biblioteca de la Medianoche

<<Entre la vida y la muerte hay una biblioteca, y Nora Seed aparece en el interior de la misma sin saber muy bien por qué. Los estantes son infinitos, y están llenos de infinitos libros: cada uno de ellos contiene una de las vidas que Nora podría haber vivido si hubiera tomado decisiones diferentes.>> Esta es la premisa de “La Biblioteca de la Medianoche” de Matt Haig, y en esta nueva entrada voy a compartir mi opinión sobre el libro (contiene spoilers)

Un vistazo a la vida

Está claro que “La Biblioteca de la Medianoche” es una invitación a la reflexión existencial. Trata un tema profundo (el sentido de la vida), pero al mismo tiempo es una lectura muy ligera. Las abstracciones están materializadas dentro de una alegoría sencilla (una biblioteca llena de libros), con lo que no es necesario vagar demasiado mentalmente. La historia es fácil de seguir, y la narrativa de “fábula” está puesta al servicio de una idea: “el sentido de la vida es vivirla.” 

Este es el resumen del tema principal abordado por Haig en la novela: el verdadero sentido de la vida es que solamente puedes vivir una. Y esa vida es la vida que ya estás viviendo. No es cuestión de “querer vivir”, ni de “aferrarse a la vida”, sino que sencillamente es cuestión de “estar vivo”.

También podemos entrever ciertas referencias al “efecto mariposa”: la bibliotecaria habla de cómo una pequeña elección en tu vida, como tomar una calle en lugar de otra, puede desencadenar una serie de acontecimientos que te lleven a una posición completamente diferente. En cada uno de estos “universos paralelos” (que en la novela se representan mediante libros) podrías encontrarte con resultados indeseados, con sufrimiento y con pérdida. Todas las vidas tendrán cosas que te gustarán, y cosas que no. Porque, de nuevo, no existe la vida “perfectamente conveniente” y “perfectamente feliz”. La vida perfecta es la única vida que existe, y es la vida que has de vivir ahora mismo.

Lo que no me gustó

Aunque la novela tiene una narrativa efectiva y clara, puede pecar de estar “demasiado explicada”, especialmente hacia el final. Matt Haig no deja mucho espacio para que el lector llegue a sus propias conclusiones. Todo está muy expuesto y muy masticado, con lo que la reflexión personal que podría surgir de manera más sutil en la cabeza del lector puede quedar un poco mermada. Los mensajes sobre la aceptación y el sentido de la vida son demasiado explícitos para mi gusto, y creo que el libro se sostendría perfectamente sin algunas frases o capítulos finales que son demasiado evidentes. Los lectores habríamos podido captar el mensaje igual de bien, e incluso nos habríamos dado a una interpretación más abierta, sin tanto subrayador amarillo.

Una vez que comprendes la dinámica del argumento, la novela se vuelve algo predecible. De todos modos esto no tiene por qué ser algo malo; suelo defender que no todas las historias tienen que ser innovadoras y estar cargadas de giros inesperados para ser buenas (ya lo hice en mi anterior entrada: el encanto de un buen cliché). Pero si sumamos esta predecibilidad a la excesiva explicación anterior, nos queda una pasta de evidencias redundantes hacia el final que puede hacerse un poco pesada. 

Lo que sí me gustó

Nora Seed es un personaje protagonista bien construido, con inquietudes y conflictos creíbles, humanos, y fácilmente comprensibles. Vas conociéndola mejor a medida que avanza la lectura: no ya sólo por lo que hace o dice, sino por cómo reacciona a las diferentes vidas que va explorando en la biblioteca. Es cierto que, al igual que el resto de personajes, Nora está “puesta al servicio de la historia”: sus problemas solamente son una manera en la que el autor nos presenta la condición humana. Pero a pesar de ser un mero “instrumento” para hacer llegar un mensaje, Nora sigue siendo un personaje tridimensional, complejo, y en general, una buena protagonista.

La novela tiene capítulos muy cortos y un estilo ágil, con lo que la lectura resulta muy fluida y engancha desde las primeras páginas. Es un libro perfecto para cuando buscas leer algo interesante, con significado, y que te haga pensar, pero que al mismo tiempo sea entretenido y no requiera un esfuerzo de concentración excesivo (o echar mano a un diccionario). Estarás teniendo pensamientos filosóficos al tiempo que lees una historia divertida, de tipo “fantasía”, con sus aventuras y sus misterios.

“La Biblioteca de la Medianoche” no es alta literatura, ni falta que hace. La prosa es directa, bonita, fluida, funcional, y dedicada a la historia. Haig tiene un buen dominio de la narrativa y mucho talento para hacer encajar la alegoría. Cumple su propósito a la perfección: acerca conceptos profundos y existenciales al día a día, de forma clara y accesible.

¿Recomendaría “La Biblioteca de la Medianoche”?

Sí, lo recomendaría. El libro me gustó mucho y sé que lo guardaré en mi librería con cariño. Al terminarlo, tuve una sensación similar a la que tuve con «El Frío Modifica la Trayectoria de los Peces». Creo que quizá es más adecuado para lectores juveniles, pero cualquier adulto sabría valorar la historia. Consigue transmitir de manera muy bonita un mensaje importante, y es una muy buena opción para quienes andan buscando una lectura entretenida que les invite a mirar la vida desde una perspectiva diferente. Y eso ya es mucho decir.

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"Las historias no son verdades, pero son realidades. Las historias son útiles. La gente que no tiene historias no vive bien en el mundo. Y las historias son como el agua: cambian su forma, pero siempre encuentran la manera de fluir hacia adelante. Cuando las compartimos, también aprendemos a ser humanos unos con otros."

- Ursula K. Le Guin

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@sarabuin_

Soy fan de Taylor Swift, escribo un blog, y tengo un podcast (todas las pistas apuntan a lo mismo: soy millennial)

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